Si mi pelo es real mi voz es real.
Si mi pecho es real, mi sombra es real.
Si mi hambre es real, mi lucha es real.
REAL - E$tado Unido feat Stéphanie Janaina
#HastaQueValgaLaPenaVivir
Escribo como escuchadora de palabras, frases, voces e hyperlinks, las cuáles flotan como partículas, dentro de la atmósfera de este baile salvaje. La frecuencia de las ondas de sonido de la radio, en cualquier casa de Chile mudó, así como lo hizo el algoritmo. Escribo desde Fuera de cualquier orden de comando del iluminismoepistemológico-patriarcal. Con el cuerpo vibrando en esta otra frecuencia, la frecuencia extranjera y alienígena que dobla la curva del tiempo y la Historia. Escribo y escucho con tejer, de la misma forma que lo hicieron las tejedoras-arpilleras durante los años ´80. Reactivando las memorias en las fibras del tejido.
Se divisa un color fuego-fluorescente, que desdibuja y descolora los grises y cenizosos focos tonales en la topología del Sur presente: neoliberal, en sus derivas y alianzas neofascistas, neo-extractivistas, neoconservadoras. Santiago de #ChileDespierta el día #18O, con les adolecentes-estudiantes dispuestes a jugar, bailar. Así como (algunas) niñes traen a les muñecxs y múltiples objetos de vuelta a la vida del juego, les estudiantes-adolecentes hacen revivir y reactivar, no tan solo el metro en #evasión, pero a una tierra y su pueble. Y es que este largo, boscoso y a su vez, desértico territorio que convive junto con el #OcéanoPacíficoEnCacerolazo, (que también acoge las partículas de hueso de nuestres desaparecides el año ´73), reactiva placas tectónicas, mareas, tsunamis. Esta vez no como el show televisivo de la “catástrofe natural”, pero como un pueble que sabe que la tierra #Noles pertenece, pero que nosotras pertenecemos a ella, la tierra. Y por tanto la reactivamos, para vibrar y #Despertar.
Es la vibración tectónica de un cuerpo-pueblos que reverbera al poder sentirse, y auto percibirse: un juego de reactivar las cosas, para auto-expropiarse del estado de agotamiento neoliberal en nosotres, y que nace desde la ética del saber del cuerpo del pueblo. Es decir, desde este mal encuentro, con el presente estado de cosas en nosotras mismas. Si la piel es lo más profundo, el pueblo de la tierra baila, llora, y se emociona profundamente, en medio de los #cacerolazos, los cuerpos sacrificados en antenas de luz, y los saqueosentre un sinfín de gestos expresivos del pueblo (y violencias de los militares), en una fiesta tribal, en la cuál hay que bailar hasta dejar toda la piel.
Ya no es El baile de los que sobran de los Prisioneros, canción del pueblo a fin del régimen dictatorial en los ´80. Este actual baile tribal del pueblo-cuerpo excede y destruye la memoria cristalizada. El pueblo guarda las fuerzas de las memorias, para expropiarse, curarse y cuidarse. La legión extraterrestre y extranjera se reterritorializa.
Durante la noches de #toquedequeda (7 en total en Santiago), se proyectan las imágenes (entre otras tantas acciones) de nuestres muertes, en la actual-ruina del edificio de la compañía española, Telefónica, arquitectura de la casa del “pacto social” (matrimonio entre neoliberalismo y reformas sociales) ejercido durante el retorno a la democracia, a comienzos de los años ´90, por los partidos de la Concertación. Las imágenes de les muertes del pueblo-cuerpo se proyectan, no tan solo para señalar la violencia del #E$tado en su modalidad femicida y “Empredicidia” (@CoordinadoraFeminista8M, 2019). Pero sus rostros, se proyectan y reaniman para para que otras vidas ganen en consistencia, en realidad. Reanimamos, #Despertamos.
En medio de estos bailes, los pueblos de las tierras del desierto, en el salar de Atacama, bloquean el acceso a las minas de litio del país, parte de la #HuelgaGeneral, que no sólo incluye trabajdrxs y sindicatos, pero #VentanasEnHuelga entre otras cosas, personas y objetos. Son los indígenas-pueblo que ponen el cuerpo frente al mineral colonizado. Y es el texto-calle del pueblo-cuerpo que des-reprime la voz-robada en forma de poesía: No era depresión, era capitalismo.El pueblo-cuerpo tiene la inteligencia de estar a la altura de la vida. Hace ya varios años el colectivo No es lo mismo ser loca que loco, denunciaba y reexistía frente al abuso psiquiátrico-patriarcal. Es la alianza entre lo urbano y el desierto que hackea cualquier trazo romántico, del matrimonio extractivista en sus diversas modalidades y composiciones, en este caso, la fármaco-anestesia general del malestar. Les indígenas-pueblo, y l-s mapuche-pueblos abrazan y cuidan al pueblo-cuerpo.
Les trabajador-s de la salud pública y un grupo de psicólogxs@devenir.cl se organiza para realizar atendimientos gratuitos al pueblo-cuerpo. Auto-organización espontánea de los cuidados, que excede la escucha psicológica de un sujeto, pero que acompaña al cuerpo-pueblo en su devenir de la subjetividad, o más bien en su dessubjetivación del estado de vaciamiento y agotamiento neoliberal en nosotres. Una alianza vibratoria entre el Cuerpazo del pueblo-cuerpo, y les escuchador-s, al servicio del devenir. No es casual algunos militares-insurgentes también subviertan las órdenes del ejército y bailen con el pueblo-cuerpo. Hijxs de genocidas de la dictadura, se organizan, no tan sólo para denunciar el abuso y las torturas del ejercito, pero llaman a la desobediencia.
Muches cuerpos-pueblo, incluyendo guaguas (bebés), y ancianos con diversidad funcional, desafían las órdenes de los militares, por agotamiento, vaciamiento. Es simplemente la expresión del impasse de vivir una muerte en vida, de esa gorda salud dominante que nos vendieron y que pagamos muy caro. Como dice una nieta-pueblo: mis abuelos sobrevivieron a la dictadura, pero murieron en manos de la salud pública. Una crisis de cuidados, que ya vienen denunciando las feministas, así como organizaciones alrededor de la salud pública, desde el comienzo del movimiento estudiantil en 2006-2011, y que transversalizó la organización hacia muchos planos de la existencia.
Podría seguir tejiendo puntos, en un sinfín de modos de reexistencia del pueblo-cuerpo y sus formas de alianzas de las almas, las cosas, y les cuerpes. Como grita, con los pelos de la piel erizados, una de las cantantes del chile-pueblo, en un #CacerolazoCultural: “Estamos poniendo el corazón, el alma, esta revolución es por la dignidad!”. Recomiendo los dos textos (I, II) de @MartaDillon de #NiunaMenosArgentina para seguir navegando en esta enorme zona de intensidad. Como dice una amiga por mensaje de voz: “todo va en un movimiento en donde no se puede captar todo, del todo. No es rápido, ni lento, es fluctuante”
Ayer #26O, @SebastiánPiñera, llamaba a la paz, bajando el #EstadodeEmergencia. Sigue sin escuchar la frecuencia del cambio de meseta, por que este acontecimiento excede la dialéctica de la percepción de esa partición de lo sensible. Habitamos un tiempo en dónde no hay pasado, presente, ni futuro. Es un tiempo espiral y extendido que se actualiza rítmicamente, en un #ChileenMovimiento el año 2019 en el planeta tierra. Al igual que ese metro que dejó de avanzar en línea recta, y evadió ese tiempo neoliberal.
El pueblo-cuerpo del territorio tectónico de #ChileDespertó, se hace parir, muriendo. Como en cualquier nacimiento, hay dolor, llanto, violencia, alegría. Bien lo sabemos las que parimos les mini-cuerpes con el pañuelo verde en nuestras gargantas. El cuerpo-pueble no se deja seducir, al igual que las feministas. Lo escribe como acto de salud, un grafiti de la calle dice: El neoliberalismo nació y murió en Chile.
El pueblo-cuerpo accede al ritmo de la marea, la cordillera, el viento. Por que el pueblo pertenece a la tierra y no al contrario. Y quizás es que nuestra ancestrología patagónica de tierra del Fuego, les Selknam, las primeros indígenas extrerminad-s en la constitución del #E$tadodeChile, hace ya más de 200 años, también nos hablan y hacen vibrar. Elles organizaban su existencia en base a los movimientos del viento. Y lo que pide el pueblo-cuerpo es simple: una reexistencia vía #asambleaconstituyente en base a los criterios de la pulsión de vida, y las categorías políticas del Agotamiento, en una lucha que se autoriza a sí misma a ejercer, excediendo los antagonismos del movimiento social. La #AsambleaConstituyente ya está escrita en la calle.
Y si #Piñera llama a la paz, pues nosotr-s puebles llamamos a la vida. Por que la vida es un riesgo, por que la vida no es fácil, por que la vida hay que inventarla, por que la vida es en sí misma una variación de intensidades, planos, rupturas, nacimientos, abortos. Las escuchadoras de voces sabemos. Y para sostener la intensidad de vivir, debemos también cuidarnos.
Paula Cobo-Guevara
27 de Octubre, 2019.
foto: Susana Hidalgo